martes, 27 de noviembre de 2012

Recife

Recife es la capital del estado brasileño de Pernambuco, situada en la hoz de los ríos Capibaribe y Beberibe, en la costa del noreste del país. Es conocida como la "Venecia brasileña" por sus puentes, canales y ríos, sólo en el centro de la ciudad existen 39 puentes que cruzan más de 50 canales. Pernambuco tiene un tamaño similar a Portugal y cuenta con 180 km de hermosas playas y un litoral de exuberante vegetación. Fue el escenario de sangrientas luchas contra los holandeses que dominaron la región durante dos décadas. Su riqueza cultural tiene su origen en las tradiciones del negro, indio y europeo, que llegaron a mezclarse y hoy están presentes en todas las manifestaciones artísticas y culturales, por ejemplo en las danzas y ritmos como el maracatu (comparsa de carnaval), el frevo, la cuadrilha y el fandango.
Autor: Américo Nunes
Llegamos al puerto de Recife después de cruzar durante cinco días el océano Atlántico y procedentes de Funchal (Madeira), por lo que fue nuestro primer contacto con la tierra brasileña. Decidimos tomar un taxi para dirigirnos primero a la cercana población de Olinda, distante sólo unos 7 km.Esta pintoresca ciudad colonial, fue la primera capital de Pernambuco, conservando todavía parte de su trazado urbano colonial de villa y es considerada una de las cunas de la cultura brasileña, siendo Patrimonio de la Humanidad por la Unesco. Olinda presenta un urbanismo informal típico de las colonias portuguesas, con su trazado irregular, sus casas en las cuestas de las colinas y sus edificaciones en lo alto de las mismas, combinando su arquitectura con el fondo del mar azul y el verde de la exuberante vegetación.
Realizamos un paseo a pie por sus calles de piedras y laderas empinadas, serpenteando entre imponentes iglesias barrocas y casas pintadas de colores muy vivos. Olinda fue escenario de multitud de batallas entre portugueses y holandeses, e incluso éstos llegaron a incendiarla.
Visitamos la Catedral da Sé o de Sao Salvador do Mundo, considerada una de las más antiguas iglesias de Brasil, situada en el centro histórico y en la cima de una colina, desde donde se obtiene una espléndida vista panorámica.

Una vez disfrutado del encanto de esta histórica población, sus tiendas de artesania local, sus casas con jardines y patios arbolados, sus conventos, etc. nos dirigimos al centro histórico de Recife y concretamente a la Casa de la Cultura, vieja cárcel convertida en un centro de cultura popular, con numerosas tiendas de encajes, alfombras, bordados, cerámica y artesanía.
Regresamos al puerto caminando, observando la alta contaminación que presenta muchos de sus canales y pasamos por los puentes de hierro de Boa Vista y Mauricio, admirando los edificios del Teatro San Isabel y del Palacio de los Gobernadores.

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