sábado, 24 de noviembre de 2012

Cartagena de Indias

Cartagena de Indias es una ciudad colombiana situada a orillas del mar Caribe, en un privilegiado enclave, libre de huracanes y de tormentas tropicales, con una gran bahía de aguas tranquilas y un cerco de islas coralinas continentales. Fundada en 1533, fue uno de los puertos más importantes de América y muy popular entre corsarios y piratas. Su centro histórico, la "Ciudad Amurallada" es Patrimonio de la Humanidad de la Unesco.
Autor: OneEighteen
Nuestra excursión en Cartagena se inició subiendo al Cerro de la Popa, punto geográfico más elevado de la ciudad y que fue bautizado por los españoles, al imaginar una enorme galera que sobresalía del mar. En su cima se encuentra la Iglesia de la Virgen de la Candelaria y un convento colonial, que posee un hermoso claustro. Las vistas sobre la ciudad son espectaculares.
Una leyenda cuenta que en la cima existía un adoratorio de los indios y esclavos africanos, a la deidad "Buziriaco" con apariencia de macho cabrío y que el fraile agustino Alonso de la Cruz, lo arrojó al vacío por el lugar que se conoce como el Salto del Cabrón y reemplazó su culto por una imagen de la virgen de raza negra, hoy patrona de la ciudad.

Luego descendimos y nos dirigimos a la imponente fortaleza del Castillo de San Felipe de Barajas. Construido entre 1636 y 1657, es una obra maestra de la ingeniería militar española y en su época se le consideraba la fortaleza más grande e inexpugnable de toda América. Allí, nos explican la historia de como salían las riquezas hacia el viejo continente, como resistían los asedios y la utilidad del impresionante laberinto de pequeños túneles con que cuenta el castillo.
Más tarde, nos desplazamos hasta el centro histórico, muy bien conservado y con una espectacular muralla. Nuestro recorrido lo iniciamos en el centro comercial Las Bóvedas, dentro del sector amurallado en los fuertes de Santa Clara y Santa Catalina. Son calabozos del siglo XVIII con 15 m de espesor, ubicados en una parte de los muros de la antigua ciudad y que ahora son tiendas de artesanía y souvenirs.
Proseguimos el paseo por el casco antiguo encerrado entre muros, donde conviven edificios y calles coloniales, fortificaciones defensivas, elegantes edificios decimonónicos, balcones con florecientes buganvilias y fachadas en tonos pastel.

En la Plaza de Santo Domingo, encontramos la iglesia de estilo barroco que da nombre a la plaza y acogedores restaurantes, con sus terrazas y además la famosa teta desgastada de la escultura de Botero.

Más adelante llegamos al Parque Bolívar, un oasis de sombra, en donde se localizan la Catedral y el Palacio de la Inquisición, ejemplo típico de la arquitectura colonial.
A continuación nos dirigimos a la zona próxima a la Plaza de la Aduana.
La Iglesia de San Pedro Claver, un jesuita que luchó por los derechos de los esclavos y cuyos restos se encuentran en el altar mayor.
Nos despedimos de Cartagena con el sentimiento de que tenía mucho más para mostrarnos, pero lo poco que habíamos contemplado nos había dejado una profunda huella en nuestro recuerdo.
La salida de Cartagena por mar, nos ofreció unas vistas espectaculares de su enclave y de la privilegiada costa que la roea.





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