jueves, 5 de marzo de 2015

Lago Sandoval

Desde Cuzco, capital del imperio inca, y en apenas media hora de vuelo, nos trasladamos de las frías montañas andinas a la calurosa selva amazónica peruana, con extensas superficies inexploradas todavía por el hombre. Días antes de nuestra llegada y precisamente en esta región peruana, fue noticia en los medios televisivos el descubrimiento de pueblos indígenas no contactados.
Nuestro destino es el Lago Sandoval, en la Reserva Nacional de Tambopata, situado al este de Puerto Maldonado. La Reserva, objeto de muchos documentales de televisión, se encuentra entre las regiones de Madre de Dios y Puno, y es un área protegida de gran diversidad de paisajes y vida silvestre con zonas de selva alta. En esta región, una persona puede caminar un kilómetro a través de la selva y nunca encontrar dos árboles de la misma especie. Su diversidad de flora y fauna posee varios récords mundiales: 545 especies de aves en sólo 5.500 ha. 1.122 especies de mariposas, 151 especies de libélulas, y 29 especies de escarabajos tigre.

Desde el aeropuerto de Puerto Maldonado, y una vez reducido el equipaje a lo estrictamente necesario para pasar nuestra corta estancia en la selva, nos dirigimos hasta el muelle del marrón río Tambopata.

Nos esperaba un largo trayecto hasta nuestro Lodge: 35 minutos de canoa motorizada, 50 minutos de trocha y 40 minutos más en canoa a remo. De inmediato, abordamos una canoa motorizada y partimos hacia la cercana confluencia del imponente río Madre de Dios, el origen del tributario del Amazonas. Surcamos corriente abajo el río, desembarcando en el inicio de la trocha que nos conducirá al Lago Sandoval. Durante el trayecto en la canoa, comemos “arroz chaufa” envuelto en una hoja y atado con una cuerda vegetal y una dulce banana.

Desembarcamos e iniciamos una caminata de unos 50 minutos por una trocha interminable a través de la selva, con mucha calor y humedad, agradeciendo que no lloviera, pues el camino hubiera estado impracticable. Nuestro porteador nos alivia del esfuerzo de trasladar nuestras bolsas de equipaje. Los primeros animales que descubrimos por su elegante vuelo, son los guamacayos, que se posan y anidan en los agujeros existentes en los troncos de los árboles secos.
Nos registramos en el control de entrada de la Reserva y constatamos como los componentes del grupo se van distanciando en función de su estado físico. Todavía nos queda un último tramo para llegar al Lodge, embarcar de nuevo en una canoa, pero en esta ocasión a remo y tras 40 minutos de trayecto accedemos al hermosísimo Lago Sandoval.

El Lodge que nos albergará esta situado en la ribera del lago y fue construido en 1992, de forma muy respetuosa para preservar su entorno. Los víveres los traen los empleados caminando durante una hora y la comida estuvo riquísima, las habitaciones son cómodas y seguras de bichos, y el personal fue super atento.

Como llegamos algo cansados del trayecto, nos limitamos a contemplar un bello atardecer sobre el Lago Sandoval, acomodarnos y cenar compartiendo mesa y conversación con nuestro amable guía. Pero a las 22 horas, el Lodge se queda sin energía eléctrica, por lo que nos retiramos pronto a las habitaciones, pero nos envolviamos de la multitud de sonidos que "emite" la selva por la noche.

Al amanecer del día siguiente, sobre las seis de la mañana, iniciamos nuestra primera exploración en canoa por el lago, para descubrir su abundancia de aves y mamíferos, pues es el momento de más actividad de las aves pescadoras y si tenemos suerte incluso podremos observar una familia de nutrias gigantes.

Gracias a la habilidad de nuestro guía, podemos observar numerosos animales, como el Hoatzin o Shansho, con dimensiones de faisán, pero con la cola más larga, más esbelto y en su pequeña cabeza luciendo una hermosa cresta serrada.

La vida en el lago es muy rica en aves, así descubrimos garzas Tigre, Blanca y Capirotada, patos de agua, la Cotora Chiricote o Unchala de gran colorido, . . .

Y como no, nuestro conocido amigo el Cormorán, excelente ave acuática que se alimenta de peces que captura al zambullirse bajo el agua, pudiendo alcanzar profundidades de hasta 10 m. Nos recordó nuestro viaje a Guilin (China), en donde comprobamos como los pescadores los utilizan atados a un cordel en la parte inferior del cuello, para que capturen un pez que posteriormente se lo extraen de la garganta. Pero aquí, en la selva amazónica, la pesca transcurre de una forma más natural !!!

No podía faltar uno de los animales característicos de estos ambientes acuáticos, el Caimán Negro, que con sus atentos ojos siempre se mantiene al acecho de sus próximas víctimas.

Regresamos al Lodge a tomar nuestro merecido desayuno y sobre las diez de la mañana nos disponemos a realizar una nueva excursión a través del sotobosque de la poderosa selva tropical primaria en donde nos encontramos.

Antes de partir, nuestro guía con machete en mano, intenta partir "castañas" gigantes de la Nuez de Brasil o Amazónica, un árbol abundante aquí y que alcanza hasta 50 m de altura, 2 m de diámetro y que en la amazonia peruana se han encontrado ejemplares con 1.200 años de antigüedad. Es la especie no maderable con mayor valor comercial, y tiene un gran impacto en la economía local.

El momento más emocionante llega y nos adentramos en la selva. Avanzamos entre una exuberante vegetación, rodeados de bases de troncos de árboles y de enormes raices con aletones. Entre los numerosos árboles, destacamos el árbol sagrado Ceiba, que dispone de raíces tubulares, tronco espinoso y gran altura.

También vemos palmeras “caminantes”, que avanzan hasta 20 cm anuales buscando la luz del sol y otros árboles llamados "estranguladores", pues en la lucha por la luz, acaban estrangulando al vecino. La supervivencia en la selva, exige todo tipo de estrategias en una competencia feroz, dada la abundancia de tanta vida en ese habitat.  


Seguimos avanzando, muy atentos a las descripciones de nuestro guía. La vegetación es muy frondosa, tal como imaginábamos. Encontramos diferentes tipos de hormigas, tigre, guerreras y hormigas Ysula (con picadura muy dolorosa).

Tenemos que ir con cuidado de no pisarlas, ni tampoco los abundantes nidos de cigarras, que alcanzan profundidades de hasta un metro, para así absorber mejor la sabia del árbol.

Una vez más, nos sentimos, como dentro de un documental de National Geographic. Nos encontramos también con enormes mariposas, hermosos guacamayos, arañas, . . .


Regresamos al Lodge y almorzamos muy bien y como el sol aprieta fuerte, descansamos haciendo una breve siesta. Estamos muy emocionados y sentimos el privilegio de haber conocido un entorno natural tan diferente y espectacular.

Ahora nos disponemos a patrullar de nuevo por el lago, tomando en esta ocasión un catamarán. El Lago Sandoval, está rodeado de aguajales o áreas pantanosas permanentemente inundadas, donde crece la Palmera Aguaje, formando auténticos bosques de palmeras flotantes. Esta palmera es para los indígenas símbolo de inmortalidad y la llaman el "árbol de la vida", pues tiene múltiples usos: como alimento, para la industria, la construcción y la artesanía


Nos encontramos con una colonia de tortugas Taricayas, tomando el sol en un tronco y además una de ellas disfrutando de una "limpieza facial", que le estaba practicando una mariposa Búho.

Atendiendo al sonido que escuchamos, dirigimos nuestra mirada a las altas ramas de unos árboles, donde observamos los movimientos de una manada completa de monos Titi, saltando en busca de alimento.
También aparecen los monos Aulladores o Coto, de tamaño más grande que los anteriores, y algo más lejos los monos Ardilla, en busca también de comida. Van en grupo, saltando y moviendo las ramas de los árboles, su presencia es fácil detectarla, pero sin embargo se mueven con mucha agilidad.

El sol empieza a descender sobre el horizonte, está anocheciendo y la naturaleza nos brinda un maravilloso espectáculo en forma de acuarela de colores y tonalidades, que nos aboca a un torbellino de placenteras emociones, mientras tenemos el enorme privilegio de navegar por el espléndido Lago Sandoval.

Nos acercamos a la orilla de nuestro Lodge, pero antes sacamos nuestras linternas para observar los ojos rojos de los caimanes negros. Hay muchos, pero siempre recordaremos el que acudió a nuestro catamarán, cuando el guía le llamó pronunciando su nombre !!! Llegan a medir hasta 6 m y pueden devorar animales de gran tamaño como venados.

Después de cenar, mantenemos una agradable y animada tertulia con el resto de viajeros, sin tener presente el horario de iluminación del Lodge, así que al final acabamos utilizando nuestras linternas para acceder a las habitaciones.
Al día siguiente y después de un buen desayuno, hacemos una remada final por las ciénagas de palmas al extremo oeste del lago y posteriormente retornamos a Puerto Maldonado y a la civilización, donde tomaremos un vuelo con destino a Lima, para conectar con otro vuelo que nos dejará en nuestro próximo destino, la ciudad de Trujillo.

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