Parque Nacional de Chobe

Después de disfrutar de un maravilloso vuelo escénico, de más de hora y media sobrevolando el Delta del Okavango, las planicies de Botswana y el río Chobe, llegamos al aeropuerto de Kasane, que suele ser la puerta de entrada al Parque Nacional de Chobe.

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El Parque Nacional de Chobe, con una superficie de 10.698 Km2, recibe las aguas del río Chobe que nace en la meseta central de Angola, pero al llegar a esta zona del norte de Botswana, sus aguas se remansan y favorecen el desarrollo de un entorno paisajístico con verde vegetación. En la época seca, una extraordinaria variedad de fauna africana se concentra a lo largo del río para beber, pero sin duda, el elefante es el animal predominante. La población de elefantes se estima en unos 120.000 ejemplares. Es una opción ideal, para realizar safaris en barcos por el río en busca del avistamiento de vida salvaje, en uno de los santuarios más hermosos de África.

Desde nuestro Lodge en Kasane, nos disponemos a realizar un safari en barca por el río Chobe, que durará hasta el atardecer, dejándonos un impacto imborrable en nuestra memoria.
Contemplamos manadas de elefantes en la orilla del río, dedicados plenamente a calmar su voracidad, comiendo las hierbas que surgen en los pastizales y que con su hábil trompa arrancan del suelo, remueven para desprender la tierra y finalmente se la llevan a la boca.


Con el barco, bordeamos poco a poco la famosa isla Sedudu (Botswana) ó Kasikili (Namibia), que durante más de cinco años ha sido motivo de conflicto por su soberanía, entre estos dos países. Resulta que el río Chobe, a esta altura se divide en dos canales, quedando entre ellos la isla Sedudu - Kasikili, que sólo tiene 3,5 Km2. Al final el Tribunal Internacional de la Haya, dictaminó que el canal norte debe ser considerado como cauce principal del río, quedando la isla bajo soberanía botswana, si bien los barcos namibios dedicados al turismo, podrán utilizar el canal sur y la legislación botswana no podrá discrimiar según la bandera de los mismos.
El barco se acerca a la orilla para mejorar el avistamiento de los animales, algunos como los enormes cocodrilos aparecen muy cerca de nosotros.


Vemos manadas de búfalos, uno de los famosos "cinco grandes" que no pudimos contemplar en Namibia y que sólo tienen como depredador al león y al cocodrilo.


Numerosas especies de aves se acercaban a las aguas del río Chobe: cormoranes, garzas, aves espátula, tántalos, marabús ("ave enterrador" por su fea apariencia) y como no, la emblemática águila pescadora que con sus impresionantes vuelos, siempre nos maravilló.









Cuando estábamos recreándonos con toda esta variada avifauna, de repente un sonido nos perturbó, nos giramos de inmediato y . . . . ahí estaba, en medio del río un enorme hipopótamo que nos sugería alejarnos con sólo sacar su cabeza del agua, abriendo su terrorífica boca y emitiendo un rugido con tremenda fuerza. Todo fue muy rápido, pues de inmediato desapareció bajo la superficie del agua, y duró justo el tiempo para poder disparar sólo dos fotografías.

El hipopótamo es uno de los animales más peligrosos para el ser humano y sus ataques son más frecuentes que los del cocodrilo, las hienas o el león.
Hay que fijarse en los caninos de la mandíbula inferior y que con apariencia de colmillos pueden llegar hasta una longitud de 50 cm y 4 kg. de peso. Tremenda arma !!
También observamos otros hipopótamos que estaban tranquilamente comiendo en los pastizales del río Chobe.
En este encuadre, se puede ver como se acercan las aves al bigote y la boca del hipopótamo. En este caso es una jacana, pero numerosas aves siempre siguen muy de cerca a este gran herbívoro, porque les facilita mucho la comida.
Llevamos tres hora en el barco y hemos disfrutado a fondo de la fauna africana, pero se está poniendo el sol y todavía nos queda por disfrutar en silencio, de uno de los atardeceres más espectaculares de todo el viaje.


Al día siguiente, madrugamos y nos vamos de safari terrestre en 4x4 abierto, para poder completar nuestra visita al Parque Nacional de Chobe.
Nos encontramos con monos babuinos, monos verbet, impalas, kudus, jirafas, gallinas de guinea, hipopótamos y un escurridizo y lejano león, con su enorme melena negra.

Pero de nuevo, nos quedamos entusiasmados al contemplar una manada de elefantes, que justo en la pista por donde circulábamos con el 4x4, se estaban dando una auténtica comilona, dejando exhausta toda la vegetación a su alrededor. Nos dejaron acercamos bastante, hasta que movieron sus enormes orejas . . .
La visita corta pero intensa que realizamos al P.N. de Chobe, resultó ser una experiencia inolvidable.