Al día siguiente de nuestra estancia paradisiaca en la isla de Beachcomber, en el archipiélago de las Mamanucas, y de Port Denarau, llegamos a la capital de Fiji, la ciudad de Suva.
Suva está situada enfrente de las colinas exuberantes de la Cordillera Suva-Rewa, en una península ondulante, en la punta sureste de la misma isla de Viti Levu, la más grande de Fiji y una de las más grandes de las Islas del Pacífico, sólo superada por la de Grande Terre (Nueva Caledonia) y la Isla Grande de Hawai. La ciudad alberga el 70% de toda la población del archipiélago de Fiji, y es muy multicultural, siendo uno de los centros comerciales más importantes del Pacífico Sur.
El Noordam atracó en un muelle muy cercano al centro comercial de Suva, y en la misma salida del puerto ya mantuvimos una dura negociación para realizar una excursión en taxi, de jornada completa. Finalmente un fornido conductor fiyiano, nos invitó a subir a la van para seis personas y nos dirigimos en primer lugar hacia el Colo-I-Suva Forest Park.El Parque fue fundado en 1949 y posee un bosque subtropical con fauna y flora poco común y con especies en peligro de extinción. Cuenta con varios senderos que conducen a numerosas cascadas, como el Kaladu Road y el Pool Road. En éste último, se encuentran las piscinas naturales, siendo la Lower Pool, la más grande y además dispone de una liana para hacer de Tarzán.
El bosque es una espesa y densa selva tropical, pero quizás porque había
llovido recientemente, el sendero estaba bastante resbaladizo y las aguas
de las piscinas naturales estaban más bien fangosas, por lo que no
apetecía mucho el baño a pesar del enorme calor ambiental. Aunque siempre encuentras algún
valiente haciendo de Tarzán.
Después de alrededor de una hora de caminata, abandonamos el Colo-I-Suva Forest Park, recordando que en este lugar se rodaron algunas escenas de la película "Anaconda 2, En Busca de la Orquídea Sangrienta".
Desde el Parque nos dirigimos hacia una pequeña aldea rural, ubicada entre colinas cubiertas de selva tropical, para conocer la tan famosa ceremonia del Kava. Nuestra llegada es anunciada con el sonido de una concha que toca un guerrero fiyiano, dando la bienvenida al poblado.
De inmediato nos saludamos todos con el popular BULA !!! BULA !!! y nos conducen hacia un gran bure cubierto de paja, para tomar asiento y presenciar desde allí el espectáculo.
La Kava es una bebida no alcohólica, presente en los rituales de los pueblos del Pacífico, derivada de una planta (Piper methysticum), conocida como yaqona, de la misma familia que la pimienta. De sus raices y rizomas, previo molido y dilución en agua de coco, se obtiene el popular brebaje, que por sus efectos tranquilizantes se le considera un buen ansiolítico, sin efectos secundarios. Antiguamente su ingestión estaba muy ligada a la religión, y sólo estaba permitida a los jefes, sacerdotes y ancianos, pero hoy se considera que los fiyianos tienen más kava en las venas que sangre, porque está socialmente omnipresente.
La ceremonia se inicia ofreciendo el primer sorbo al jefe tribal y tras beberlo realiza tres palmadas. A continuación se sirve a los fiyianos que están junto al jefe y también lo ofrecen a los visitantes.
Su sabor no es muy agradable y suele afectar ligeramente con una pérdida de sensibilidad de la lengua. Algunos toman el bol, lo prueban y aplauden tres veces en señal de agradecimiento.
A continuación inician la representación de sus danzas guerreras y de fuego. Los más mayores cantan y los jóvenes suelen danzar. Finalmente te acogen en sus bailes, sacándote a bailar las danzas fiyianas, e incluso a acompañarles con sus cantos.Tras el espectáculo tuvimos tiempo para explorar las tiendas de recuerdos. También nos enseñaron sus casas y bures de paja y nos invitaron a degustar sandía, pescado, té, ...
Regresamos a Suva, la ciudad se extiende por una colina y la carretera por la que accedemos es bastante escénica con muchísima
vegetación, casas, poblados y niños que nos saludan con el regalo de su sonrisa.
Antes de llegar a Suva, nos detuvimos en un parque junto a la costa. Como parte de la ciudad, está construida sobre tierras de pantanos de manglares, en cuanto se produce la bajamar, la playa presenta un paisaje singular que es aprovechado por muchos fiyianos para recolectar moluscos y crustáceos o simplemente pasear.
Suva, es una ciudad que tiene muchos de los lugares de mayor interés, localizados a lo largo de la Victoria Parade y su extensión, el Queen Elizabeth Drive. Allí nos encontramos con la Antigua Casa del Gobernador, actual residencia oficial del Presidente. Tuvimos la fortuna de coincidir en el tiempo, con el cambio de la guardia presidencial. Imperturbable en la entrada, luciendo uniforme con falda blanca ceremonial y túnica roja. Los flecos de la falda, nos recordó completamente a la que lucían los Picapiedra !!!
En los bellos Jardines Thurston, se encuentra el Museo de Fiji en Ratu Cakobau Road. Un excelente lugar para conocer el patrimonio cultural de Fiji, su historia, sus pueblos, sus religiones, el canibalismo, ... En el vestíbulo de la entrada, contemplamos una tradicional "drua", enorme y de doble casco, construida en 1913 y también una gigantesca balsa de bambú que se utilizaba para navegar por los ríos.
También existe una exposición sobre los actos de canibalismo que sufrió en 1867, el evangelizador Reverendo Thomas Baker. Los habitantes de la aldea remota Nabutautau, le mataron a garrotazos y luego se lo comieron. Se exponen parte de la bota de Baker, su biblia, un tenedor y el cuenco utilizado.
Aún se desconoce los motivos por los que Baker y ocho de sus seguidores fiyianos sufrieron ese terrible destino. Algunos creen que fueron víctimas de rivalidades entre dos facciones de la aldea y otros dicen que cometió un gravísimo error al tocar la cabeza del cacique de la aldea, acto totalmente prohibido, incluso en la actualidad. En el 2003 los habitantes de Nabutautau, realizaron una ceremonia tadicional con presencia de descendientes de Baker, el primer ministro de Fiji y más de 600 personas, para pedir perdón por el acto de canibalismo cometido por sus antepasados. Naturalmente tomaron Kava, paa intentar romper la cadena de maldición que sufre la aldea, que se traduce en una extrema pobreza.
Ahora comprendemos porque las islas
eran conocidas entre los exploradores coloniales como las "Islas del
caníbal" y ello retardó bastante tiempo su exploración. Aquí no eran exactamente bienvenidos, en lugar de
ser invitados a cenar, muchos se vieron invitados como cena. Para los fiyianos, el
canibalismo era una forma de deshonrar a sus enemigos y a sus
descendientes para siempre. Incluso tenían horquillas ceremoniales de
diferentes tamaños para diversas partes del cuerpo, las más
pequeñas para los ojos y el cerebro, y las de mayor
tamaño para grandes trozos de carne.
En el mismo paseo marítimo de Victoria Parade, se encuentra el Grand Pacific Hotel, construido en 1914 por la Compañia de Vapores de la Unión, para atender a los pasajeros de sus rutas transpacíficas. Curiosamente el diseño del hotel pretendía que los clientes nunca pensaran que habían llegado a tierra, y así, sus habitaciones tenían la máxima similitud con un camarote, incluso con baños de agua salada. En este hotel se hospedaba la reina Isabel II en sus visitas a Fiji.
El centro de la ciudad es un amalgama de construcciones coloniales, indígenas, modernas plazas comerciales, cafeterías, joyerias de oro para los hindúes y prósperos negocios chinos. Una auténtica representación de la mezcla de etnias y culturas de Fiji.
Compramos una máscara de guerra, tallada en madera, como recuerdo y atravesamos el mercado de pescado que se encuentra a lo largo de un canal, muy próximo a la entrada al puerto.
Embarcados en el Noordam, nos despedimos de la capital Suva, mientras comtemplamos un magnífico espectáculo de danzas y coros fiyianos. Bula !!!
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