Miami

Miami es una ciudad estadounidense, ubicada en el sureste de Florida sobre el río Miami, entre los Everglades y el Oceáno Atlántico. Es la cuarta área metropolitana más grande del país. Su nombre procede de los indígenas mayaimi, quienes residían en el lago Okeechobee y a lo largo del río al que dieron su nombre ("agua dulce"). 
En 1567 se consolidó la presencia española creando la misión de Tequesta, pero tras las sucesivas guerras con los indígenas, los españoles abandonaron el territorio. En 1891, Julia Tuttle una viuda acaudalada, compró 640 acres de tierra en la orilla norte del río Miami y poco después convenció al acaudalado constructor de ferrocarriles Henry Flager para que extendiera la línea, construyera un hotel y levantara un nuevo poblado. Así se fundó la ciudad de Miami en 1896. El crecimiento urbano fue imparable y en 1920 los precios inmobiliarios se cuadriplicaron en cuestion de cinco años. Pero un destructivo huracán en 1926, llevó a Miami a una profunda depresión económica, tres años antes que el resto del país. Salió de la depresión gracias al inicio de la era moderna de la aviación, cuando la Pan American Airways convirtió a Miami como Gateway to the Americas (La puerta de las Américas). En las décadas de los 60 y posteriores ha recibido numerosas olas de inmigraciones, de Cuba, de Centroamerica y Sudamerica, llegando el censo a clasificar como "hispanos" al 70% de la población.

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Nuestra estancia en Miami obedecía a la necesidad de embarcarnos en un crucero por el Caribe. Así que no dispusimos del tiempo necesario para conocer esta gran metrópoli.
Iniciamos un tour en coche alquilado, bajando por Miami Beach y South Beach, metiéndonos a Ocean Drive (el lugar de las pelis) y contemplar los edificos Art Decó (movimiento artístico en la Gran Depresión) y la playa con su paseo de madera de varios km.
Nos dirigimos ahora hacia la isla de Cayo Vizcaino, unida a Miami sólo por la calzada de Rickenbacker. Está ocupada por el Parque Crandon, el pueblo, el Parque Estatal del Cabo de Florida y el P. N. Vizcaino. En 1821 se construyó un faro de 29 m de altura. La isla nos pareció muy hermosa para vivir.

Regresamos a Miami y nos dirigimos a Coconut Groove, con exuberante vegetación y viejos caserones de roca coralina, en donde se instalaron antiguamente muchos artistas, músicos y escritores. En una esquina encontramos el cementerio Bahameno, en donde los féretros son colocados sobre la tierra, para evitar las inundaciones del mar y que justamente inspiró a Michael Jackson para rodar Thriller. Siguiendo hacia el sur, llegamos a la zona de Coral Gables, una urbanización hermosa y muy bien cuidada, de arquitectura mediterránea y colonial. Visitamos la Venetian Pool, muy bonita, repleta de cascadas y grutas y donde Johnn Weissmuller trabajó de monitor de natación.

También visitamos el Hotel Biltmore, con aires de castillo español coronado por una torre que imita a la Giralda sevillana.

Luego subimos hacia el norte hasta encontrarnos con la calle 8,  y nos adentramos en la Little Havana, populoso distrito de inmigrantes cubanos exiliados. Aquí degustamos una deliciosa comida cubana en el Restaurante Versalles. Más tarde en el Parque Máximo Gómez, vimos como se siguen reuniendo los cubanos de avanzada edad para jugar al domino.

Finalmente continuamos hacia el este y llegamos al centro comercial abierto BaySide, a la orilla del mar y después de algunas dificultades para encontrar parking, nos decidimos a realizar un paseo en barco por Biscaine Bay y ver las casas de los famosos de las islas privadas.

Al regresar de nuestro crucero por el Caribe, decidimos que no podíamos abandonar Miami, sin conocer los Everglades. Así que tomamos una excursión por uno de los espacios naturales mas singulares de América, una gran región pantanosa que cubre casi todo el sur de la península de Florida. El parque está lleno de manglares y cocodrilos y nos deslizamos entre ellos, con un aerobote.