Edén es una pequeña población situada en Nueva Gales del Sur, en la costa este de Australia y está considerada como la puerta sur de la hermosa Costa del Zafiro. Fundada por Thomas Townsend en 1843, sobre la reluciente Bahía de Twofold, es uno de los puertos naturales más profundos del hemisferio sur y fue un importante puerto ballenero. Numerosas leyendas e historias recuerdan la actividad ballenera local, entre las que destaca que Edén recibía la ayuda de las ballenas orcas para conseguir que la migración de las ballenas barbadas procedentes del mar antártico, llegaran hasta el mismo puerto de la población.
Nuestra intención era reservar una embarcación para realizar un paseo por la bahía, que nos permitiera la observación de estos increíbles y grandes cetáceos, las ballenas. Sin embargo, el crucero de Holland América había reservado todas las plazas disponibles en Edén, por lo que tuvimos que optar por una excursión terrestre en un taxi por la Costa del Zafiro.
En efecto, decidimos visitar el cercano sector norte del Parque Nacional Ben Boyd, para descubrir sus exuberantes bosques tropicales, vistas espectaculares y sus playas de arena doradas y aguas cristalinas.
A la salida de la población de Edén, tuvimos la primera oportunidad en Australia, de observar una familia de canguros en libertad. Estuvimos todo el tiempo mirándonos mutuamente !!!
Más adelante, abandonamos la carretera principal Haycock Road y en sentido este, nos adentramos en el PN Ben Boyd. Dejamos el coche en un aparcamiento e iniciamos una fácil caminata de unos 30 minutos hasta llegar al mirador de los "Pináculos". Nos quedamos impresionados de la belleza del acantilado, que presenta esa formación tan singular de color rojo y blanco y que es reconocido como uno de los iconos más importantes de toda la Costa de Zafiro. Esta formación se remonta a unos 65 millones de años y es una instantánea de la historia de la tierra, sus arenas blancas marcan el nivel de una antigua capa freática, mientras que la arcilla de grava roja de encima, es en realidad óxido de hierro.
A continuación realizamos un pequeño paseo a través del bosque de brezales, admirando la hermosa panorámica de acantilados, ensenadas abrigadas, playas de arena blanca y aguas cristalinas. Cuando regresamos al aparcamiento, nos encontramos con un equidna que ante nuestra presencia, rápidamente se enrolla y sólo deja visible sus afiladas púas.
Reanudamos la ruta y ahora nos dirigimos hacia el norte de la Costa Zafiro, una región con una naturaleza virgen, rodeada de excelentes parques, verdes y ondulantes colinas, tranquilas lagunas y espectaculares playas que complementado con la oferta de deportes acuáticos y gastronomía, justifica que sea uno de los destinos preferidos para las vacaciones de los australianos que viven en Sydney o Camberra.
Alrededor de la laguna de agua dulce en Pambula Beach, los pasatiempos preferidos son los paseos en kayak y la extracción de sus famosas ostras frescas.
Dejamos la población de Pambula, y al norte de su playa nos encontramos una extensa barrera de dunas que forman parte de la bahía de Merimbula, que se estabilizaron en su forma actual hace unos 5.000 años. Una vista panorámica de gran colorido y espectacular.
Y llegamos a la pintoresca Merimbula, que ha sido durante mucho tiempo una ciudad popular de vacaciones para los australianos. Nos acercamos al Short Point Recreation Reserve, un lugar idílico para realizar un picnic bajo los árboles de té o de banksias y de brezales florecientes, mientras se contempla las cristalinas aguas que bañan la dorada arena del impresionante e interminable tramo de cinco kilómetros que presenta la Main Beach.
Regresamos a Edén y en el propio centro de la población (Imlay Street), degustamos unas ricas ostras, mientras nuestras miradas se centraban en ese océano azul, en busca de la aparición de alguna ballena.
En esta población, hasta torres construidas originalmente como faros para ayudar a la navegación, han sido finalmente rehabilitadas como torres de observación de ballenas.
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