sábado, 21 de enero de 2017

Auckland

Llegamos al aeropuerto de Auckland, procedentes de la ciudad de Christchurch en la Isla Sur y tomamos un taxi indicando al conductor que antes de llegar al apartamento, nos llevara por Cornwall Park hasta la cima de One Tree Hill.
Auckland se extiende sobre un estrecho istmo volcánico, con numerosas bahías y puertos de diferentes tamaños. Alrededor de la ciudad existen muchas colinas, restos de la erupción de 48 volcanes que dió lugar al istmo hace unos 50.000 años. Uno de los conos más famosos es One Tree Hill, y ahí nos dirigimos desde el aeropuerto.
Ascendiendo por la carretera, bordeamos amplias zonas verdes que conforman el Cornwall Park, y nos sorprende encontrar en la propia ciudad, numerosas ovejas pastando tan tranquilamente. One Tree Hill es un volcán apagado que fue territorio maorí y estaba presidido por un único árbol que se replantaba década tras década. Hoy en su lugar existe en la cumbre un obelisco, homenajeando a la cultura maorí.

Auckland aparece a nuestros pies, como una extensa ciudad ubicada en un entorno geográfico muy atractivo y eso nos recuerda que en maorí se le conoce como Tamaki-Makau-Rau, "la doncella de los cien pretendientes", ya que era una región codiciada por muchas tribus. Nos impresiona mucho la visión espectacular de la panorámica de 360º con un horizonte plagado de bahías, y también que con tan sólo 1,3 millones de habitantes se extienda kilómetros y kilómetros, en donde los ciudadanos prefieren vivir en sus chalets y dejan el centro para las oficinas o el CBD-Central Business District.
Se cree que hace más de 1.000 años, llegaron a esta zona, las primeras olas de polinesios, en canoas de doble casco, dispuestos a cazar y cultivar en las fértiles tierras volcánicas, que por otra parte eran fácilmente defendibles. Tras la llegada de los europeos sobre 1820, la población maorí se vió diezmada por las enfermedades y los enfrentamientos violentos. En 1840 los británicos adquirieron las tierras a la tribu maorí por 55 libras y Auckland se convirtió en la capital de Nueva Zelanda.
Auckland es la ciudad más grande de Nueva Zelanda, aunque su capital reside en Wellington, y goza de una de las calidades de vida más alta del mundo. Realmente dispone de muchos atractivos: clima templado (verano con 20º), tierras fértiles, playas cercanas, 22 parques frondosos, 500 km de senderos, y vida marinera ("la ciudad de las velas"). Se cuenta que hay más barcos per capita que en cualquier otra ciudad del mundo.
Por eso, decidimos que el siguiente paso a realizar de inmediato, consistiría en navegar por el golfo de Hauraki y así experimentar una de las actividades más populares de sus habitantes, que consiste en dirigirse hacia una de las diferentes islas costeras. Hay numerosas islas que se encuentran justo enfrente de Auckland: islas pobladas (Waiheke), santuarios ecológicos (Tiritiri Matangi, Little Barrier), volcanes apagados (Rangitoto), edificios históricos (Kawau). Por la premura de tiempo disponible y la frecuencia de los ferrys, elegimos visitar la isla de Waiheke, que sólo dista 35 minutos desde el puerto de Waitemata.

Waiheke es la isla más densamente poblada de Nueva Zelanda, y se debe a su fácil accesibilidad con Auckland, pues más de 2.000 personas se desplazan diariamente a la ciudad para trabajar. Como el clima es más cálido, con menos humedad y lluvia y más horas de sol, que Auckland, la población ha crecido mucho y es muy diversa: conviven desde millonarios a bohemios, aunque predominan artistas, músicos, científicos, escritores, poetas y actores.

Llegamos al puerto de Matiatia, que está en el extremo occidental de la isla y de inmediato tomamos el autobus, que tras varias paradas nos dejará en la playa de Onetangui. Durante el recorrido pudimos admirar hermosas vistas de la costa. 

Onetangui Beach es una playa grande de aguas tranquilas y cristalinas y es una de las favoritas de los residentes, estando considerada una de las mejores de Nueva Zelanda. Todos los años celebran carreras de caballo en tan extensa playa. Nos pareció un lugar paradisiaco a menos de una hora de Auckland.



De nuevo tomamos el autobus y ahora descendemos en Oneroa Village, y en medio de un área residencial y de vacaciones buscamos la playa de Oneroa Bay. Una pintoresca y pequeña playa, con arena clara y agua cristalina y con un color azul intenso.





Waiheke, también es conocida como la "isla del vino",
por sus suelos pedregosos y veranos calurosos y secos. Hay numerosas bodegas que producen variedad de uvas: Cabernet Sauvignon, Merlot, Malbec ....  
Regresamos totalmente satisfechos, por haber visitado una isla preciosa, con playas magníficas y tan próxima a Auckland.
Al día siguiente nos disponemos a realizar una caminata por el centro de la ciudad para captar su esencia y partiendo del Ferry Building, visitamos primero el puerto deportivo para posteriormente introducirnos en la amplia avenida de Queen Street, que constituye el eje comercial y empresarial de la ciudad.
Siempre nos sorprende que el planeamiento urbanistico permita una amalgama de construcciones contiguas que en ocasiones encajonan a edificios históricos y de corte victoriana con grandes y modernos rascacielos. Cierto es reconocer que existen numerosos oasis verdes en los alrededores, que suelen ser auténticos remansos de paz.
Proseguimos la caminata por el centro de la ciudad y llegamos a la famosa Sky Tower (328 m), el edificio más alto del hemisferio sur. Tomamos el ascensor ultrarápido hasta la cubierta de observación principal y como el día está bastante despejado, obtenemos unas vistas impresionantes y panorámicas sobre Auckland y el golfo de Hauraki. Pero eso sí, no estamos preparados mentalmente como para lanzarnos al vacio con un elástico o pasear por el exterior sobre una plataforma situada a 192 m del suelo. !!!
 

Desde la Sky Tower, observamos como el
Noordam está amarrado en el puerto y ya sólo nos quedan unas horas para embarcar e iniciar nuestro crucero alrededor de Nueva Zelanda, Tasmania, Melbourne y destino final en Sydney.
Finalmente zarpamos con el Noordam y la navegación por la bahía de Hauraki nos brindó imágenes inolvidables con el skyline de Auckland en el horizonte. 

Auckland nos ha cautivado por su calidad de vida, un enclave impresionante, memorables playas y unos habitantes orientados a disfrutar de la "vida marinera".

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