El Valle de Cachemira está ubicado en el estado indio de Jammu y Cachemira, al sur de la cordillera Himalaya. Es un valle muy fértil y muy hermoso, regado por el río Jhelum, afluente del Indo. Por esta región, India, Pakistán y China llevan muchos años derramando sangre y sus disputas territoriales casi han ocasionado una guerra nuclear.
Srinagar es la capital de Jammu y Cachemira, a 876 km de Delhi y a 1730 m de altitud. El río Jhelum atraviesa la ciudad, que cuenta con nueve puentes antiguos y en sus alrededores hay numerosos lagos y amplios valles verdes. Su nombre deriva de Sri (riqueza) y Nagar (ciudad). Además Sri es el nombre de la diosa Lakshmi del Indo. Según una leyenda, todo el valle de Cachemira fue un enorme lago, pero un sabio llamado Kashyapa drenó el agua y de esa manera surgió el hermoso valle.
Srinagar fue fundada por el rey Pravarasena II en el siglo III a.C. Perteneció al imperio Maurya y el rey Ashoka introdujo el budismo en la región. En el siglo VI, se sometió al control de los hunos y luego fue gobernada por dinastías hinduistas y budistas hasta que cayó bajo gobernantes musulmanes, incluyendo a los mogoles. Akbar estableció aquí su gobierno mogol y en 1707 al desintegrarse el imperio mogol, sufrió la invasión de tribus pastones. En 1814, el Raja Ranjit Singh anexionó a su reino de los sikhs, gran parte de Cachemira. En 1846, el Tratado de Lahore, convirtió al valle en protectorado británico, con Gulab Singh como Maharajá independiente de la región. Al independizarse India del Reino Unido en 1947, sus territorios de mayoría musulmana constituyeron el estado de Pakistán, aunque la excepción fue el principado de Cachemira. Los pakistaneses con la ayuda de los musulmanes residentes en Cachemira provocaron una rebelión, pero el Maharajá pidió ayuda a India, que accedió a cambio de que el territorio pasara a formar parte de India.
Procedentes de Delhi, llegamos a Srinagar dispuestos a conocer Cachemira. En el paseo por su capital, decidimos entrar en la mezquita Khanqah, construida en 1935 y una obra maestra del tallado en madera de cedro, con unos interiores que deslumbran también por la belleza de sus lámparas antiguas.
Más tarde tuvimos oportunidad de apreciar la importancia que tiene para su economía, la artesanía, los objetos de papel-maché y los tejidos de vestir y de lana.
En la parte antigua de Srinagar, visitamos la mayor y más importante mezquita de Cachemira: Jamia Masjid.
Construida en 1400, presenta una hermosa arquitectura indo-sarracena
con un magnífico patio con fuente y 370 columnas de madera. Hasta
100.000 personas se congregan para ofrecer oraciones juntos.
Días antes de nuestro viaje a la India, habíamos leído el libro de Faber-Kaiser, "Jesús vivió y murió en Cachemira", por lo que tomamos un taxi para dirigirnos al santo sepulcro donde el libro supone que descansa Jesús. Existe la posibilidad de que Jesús no muriera en la cruz, sus discípulos curaran sus heridas y emprendiera una huida hacia las tribus perdidas de Israel. Así llegó a Cachemira y a edad avanzada murió de muerte natural. Textos conservados en la lamasería tibetana de Lhasa y en la de Hemis en Ladakh (Cachemira) describen la llegada a esas tierras de un hombre santo cuya época y características coinciden con Jesús.
Localizada la tumba, comprobamos que consta una inscripción con el nombre de "Yuza Asaf" y quedamos sorprendidos de que ese enorme sepulcro es venerado y custodiado desde hace siglos por personas que afirman ser descendientes suyos. Pero estamos en Cachemira, región con una enorme historia, en donde se perdieron varias tribus de Israel, en donde comunidades judías aisladas custodian desde hace 3500 años, la tumba de Moisés, en donde junto a la frontera con Pakistán afirman se encuentra la tumba de María, etc. . .
Autor: Prakhar Amba
Srinagar es famosa mundialmente por el lago Dal (lenteja) y sus casas flotantes. Nosotros teníamos contratado el alojamiento en una de ellas. El origen de las casas flotantes se debe a que el Maharajá, recelando de la presencia británica, prohibió construir casas permanentes a los foráneos de Cachemira. En 1888 se construyó la primera, con un diseño al estilo británico y hoy hay centenares de ellas en el lago. Como no se comunican con tierra, para acceder a ellas es preciso utilizar una embarcación típica, que se denomina shikara.
Nuestra estancia en estas magníficas casas flotantes, esculpidas en fina madera, con alfombras tejidas con hilo de seda de Kashmir, fue muy agradable. Destacaba la hospitalidad de la gente, por la noche los propios cuidadores de la casa nos preparaban la cena con deliciosos sabores orientales. Luego pasabamos a la pequeña terraza del barco y el espectáculo era extraordinario con la contemplación de la puesta del sol sobre el lago Dal.
Autor: Kumar.jss
Al día siguiente, después del aseo personal, nos topábamos con un "ejército" de mercaderes con abrigos de zorro, alfombras, artesanía, chales, frutas, flores, etc. que convertían nuestro salón de la barca en un improvisado zoco y que sorprendentemente aceptaban el pago con VISA en su propia shikara en medio del lago.
Llegó el momento de descubrir el lago Dal navegando con la shikara y también su intrincado laberinto de canales para conocer como se desenvuelve la vida de los lugareños en este entorno privilegiado. El lago con sus aguas cristalinas, sus enormes flores de loto, el reflejo de las casas flotantes y de las altas montañas que le rodean, nos ofrece un incomparable entorno de belleza natural que agudiza la sensación de paz.
Nos adentramos en los canales y después de salvar alguna compuerta reguladora del nivel de las aguas, llegamos a una serie de islas flotantes y agrupaciones de humildes casas flotantes en donde vive la población en condiciones muy duras.
Srinagar con un clima maravilloso durante el verano, ha sido durante siglos un apreciado destino vacacional, donde la élite mogol gobernante y los indios ricos se acercaban para evitar los calurosos veranos de la llanura.
Fuera de la ciudad, a unos 15 km, a orillas del lago y con las montañas Zabarwan enfrente, encontramos varios jardines mogoles: Chasma Shahi (las fuentes reales), Pari Mahal (Palacio de hadas), Nishat Bagh (el lugar del placer), Shalimar Bagh (el lugar del amor) y Nashim Bagh.
Autor: sujit mahapatra
Visitamos el de Shalimar Bagh, construido por el emperador mogol Jehangir en 1619, para su esposa la emperatriz Noor Jehan. Un hermoso jardín con fuentes en escalera y preciosas flores de colores, que recibía la visita de mucha gente joven y turistas locales. En el pabellón negro construido en la terraza superior, consta la famosa inscripción del poeta persa Jami:
"Gar Firdaus Roy-e zamin ast, hamin ast-o hamin ast-o hamin ast."
"Si hay un paraíso en la tierra, que es esto, entonces es aquí."
También han servido estos hermosos jardines para inspirar a Guerlain, a crear uno de sus famosos perfumes.
Decidimos realizar una excursión por el valle, con un taxista que propugnaba la anexión de Cachemira al Pakistán.
La primera parada fue en el Templo de Avantipur. Ubicado a 28 km de Srinagar en dirección Anantnag, con vistas al río Jhelum. Avantipura fue fundada por Avantivarman que reinó Cachemira en el siglo IX y en el lugar erigió dos magníficos templos, uno dedicado a Vishnu llamado Avantiswami y el otro a Shiva llamado Avantisvara, pero están reducidos a ruinas. Las excavaciones arqueólogicas realizadas, revelan un glorioso pasado, destacando la increíble pericia arquitectónica y las manifestaciones artísticas halladas en manuscritos, vasijas con monedas y esculturas sobre piedra caliza arcillosa. Más adelante y a sólo 5 km de Anantnag, nos encontramos en Mattan, el Templo Martand, dedicado a Surya, el dios Sol y construido por el rey Laitaditya Muktapida en el siglo VIII. Cuenta con un patio porticado, con el altar en el centro y tiene 84 columnas. Es uno de los sitios arqueológicos más importantes del país, destacando la habilidad en su construcción con piedras calizas, exhibiendo los pilares del modelo griego.
Desde aquí nos dirigimos hacia Pahalgam y el llamado Valle de los Sheperds, un enorme prado verde rodeado de bosques de pinos y cedros, en la confluencia de las aguas del río Lidder y del lago Sheshnag. Realizamos un paseo en pony, admirando la belleza natural del lugar, en las laderas del Himalaya. Cerca encontramos una mezquita y comprobamos la devoción de sus fieles.
Cachemira nos encantó, pero nuestra estancia ocurrió hace muchos años y desde entonces las noticias que nos han llegado, a menudo no han sido buenas por el agravamiento de los conflictos territoriales.