Jaipur es la capital del estado de Rajastán en la India, a unos 200 km al sur de Delhi. La ciudad fue construida en estuco rosa salmón para imitar la arenisca, por lo que es conocida como la "ciudad rosa", siendo considerado este color como el de la suerte. Fue fundada en 1728 por el maharajá Sawai Jai Singh, gobernante de Amber y gran aficionado a la astronomía, quién ordenó su trazado urbanístico con criterios innovadores de simetría y racionalidad, y construyó un gran observatorio astronómico.
Así, Jaipur fue la primera ciudad con planificación urbanística de la
India, configurada con manzanas rectangulares en siete sectores,
representando las castas de la sociedad.
Sin embargo, estamos en la India y el tráfico sigue siendo peculiar.
En el lugar más sagrado, el centro, se encuentra el Palacio y junto a él, el observatorio astronómico Jantar Mantar.
El Chandra Mahal o Palacio de la Ciudad es un inmenso recinto con numerosos edificios, patios y jardines, entre los que se encuentra la residencia de la familia del actual Maharajá de Jaipur, cuya entrada es flanqueada por guardias esbeltos, con uniforme blanco, bigote y turbante rojo. La visita de las estancias convertidas en museos, nos transportó a la época dorada que narran los cuentos orientales.
Junto al Palacio se encuentra el Jantar Mantar, que en sánscrito significa "instrumentos mágicos", el observatorio solar más grande del mundo, siendo Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO.
Consiste en una hermosa colección de 14 monumentos escultóricos de considerable tamaño, cuyas precisas formas permiten el estudio de la evolución de las sombras producidas por el sol.
Realmente nos impresionó mucho el gran conocimiento astronómico del propio Jai Singh, quién llegó a diseñar tanto las estructuras de mármol y piedra como las escalas de medición, con una increíble precisión astronómica para su época, de forma que permitían predecir las efemérides celestes. El maharajá solicitó la colaboración de los sabios más famosos de su época e incluso descubrió errores en tablas astronómicas y llegó a publicar sus propias tablas (Zeech Mohammed Shahi) mucho más exactas.
El instrumento más impresionante es un colosal cuadrante, el Samrat Yantra o "instrumento supremo", el reloj solar de piedra más grande del mundo, con 27 m de altura y apuntando con exactitud al Polo Norte celestial, lo que permite que la sombra se mueva a una velocidad de 4 m por hora, una precisión increíble. Desde su punto más alto, se puede leer la hora, la correspondiente al meridiano de Jaipur.
Pero de Jaipur nos quedaba por contemplar la principal joya de la arquitectura Mogol, el Palacio de los Vientos, que constituye el icono con el que se reconoce internacionalmente a esta ciudad. El Hawa Mahal o Palacio de los Vientos, fue construido por el maharajá Sawai Pratap Singh en 1799. Tiene forma de corona y forma parte del Palacio de la ciudad, sirviendo como la cámara de mujeres destinada al harén. La función original era la de permitir que las mujeres encerradas en el harén pudieran observar la vida de la calle, a través de las ventanas pero sin ser vistas.
El palacio construido con arenisca roja y rosa, tiene cinco plantas, y la fachada que da a la calle tiene 953 ventanas pequeñas y el viento al entrar por ellas compone una sonora melodía, por lo que se le conoce como el palacio de los vientos. En lugar de escaleras dispone de rampas para acceder a los pisos superiores y actualmente se conserva prácticamente sólo la fachada, aunque sigue siendo el símbolo de la ciudad de Jaipur.
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